martes, 30 de abril de 2013

San José Obrero patrono del trabajo


     Desde el siglo pasado, esta jornada del 1° de Mayo tiene siempre un significado profundo de unidad y comunión entre todos los trabajadores, para subrayar su papel en la estructura de la sociedad y para defender sus derechos".

     En 1955, el entonces papa Pío XII quiso dar una impronta religiosa a la fecha, por lo que la dedicó a San José Obrero, y desde entonces la fiesta civil del trabajador se convirtió en una fiesta también cristiana.

     San José, descendiente de reyes, entre los que se cuenta David, pertenece también a otra dinastía, que permaneciendo a través de los siglos, se extiende por todo el mundo. Es la de aquellos hombres que con su trabajo manual van haciendo realidad lo que antes era sólo pura idea, y de los que el cuerpo social no puede prescindir en absoluto.

        Es este oficio el que le hace ocupar un lugar imprescindible en el pueblo, y a través del mismo influye en la vida de aquella pequeña comunidad. José, el varón justo. Él ya había cumplido su misión, dando al mundo su testimonio de buen obrero.

     La Iglesia quiso ofrecer a todos los obreros este espectáculo de santidad, proclamándolo solemnemente su patrón, para que en adelante, el trabajador humilde, silencioso y justo de Nazaret, sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo.

       Fiesta sugiere honra a Dios, descanso y regocijo. Pues, ánimo. Honremos a Dios santificando el trabajo diario con el que nos ganamos el pan, descansemos hoy de la labor y disfrutemos la alegría que conlleva compartir lo nuestro con los demás.+






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